Pueyo cree que la Feria de Sant Miquel ha de ser referente en bioeconomía y en tecnologías digitales

El certamen ha acogido a unos 100.000 visitantes, mientras que el Congreso BIT ha registrado 400 asistentes

Gabriel Castañares cierra la 68ª edición del salón leridano y recalca el papel relevante del sector agrícola y alimentario en el desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

“En esta edición nos hemos adentrado con una seguridad definitiva hacia caminos muy importantes que definirán el perfil de la feria en los próximos años, como la bioeconomía y las tecnologías digitales aplicadas al sector primario”, ha afirmado el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, en el transcurso del acto de clausura de la Feria de Sant Miquel y Eurofruit, celebrado en el Palacio de Cristal de Fira de Lleida. La 68ª edición de la Feria Agraria de Sant Miquel (Salón Nacional de la Maquinaria Agrícola) y la 37ª edición de Eurofruit (Feria Profesional de Proveedores de la Industria Frutícola) han sido clausuradas después de cuatro días de funcionamiento por Gabriel Castañares, director general de Políticas Palanca para el Cumplimiento de la Agenda 2030 del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Pueyo, que ha definido la edición de este año como “la de la recuperación plena y la normalidad, después de dos años muy difíciles por la pandemia”, ha reafirmado la apuesta de Lleida por convertirse en la capital AgroBioTech del sur de Europa, y ha destacado la celebración del primer Congreso sobre Bioeconomía, Innovación y Tecnología (BIT), “una iniciativa que quiere poner en valor la bioeconomía, un modelo circular y sostenible basado en el uso de recursos renovables y preferiblemente locales”, y que en esta edición inicial ha reunido a 400 asistentes. “Las Instituciones del llamado G6, el Ayuntamiento de Lleida, la Diputación de Lleida, la Generalitat de Cataluña, la Cámara de Lleida, la Cámara de Tárrega y la Universidad de Lleida, tenemos claro que Lleida debe convertirse en un hub AgroBioTech”, ha añadido.

Haciendo balance del salón, Oriol Oró, director general de Fira de Lleida, ha mostrado la satisfacción de la institución ferial “por haber recuperado la normalidad en cuanto a número de empresas (290), superficie de exposición (54.000 m2), presencia internacional y visitantes (100.000). A pesar de incidir en que “la feria es un reflejo del momento socioeconómico que estamos viviendo, y el sector ha vivido una campaña muy compleja que se ha reflejado en la actividad económica”, ha afirmado que el número de ventas y contactos registrados en esta edición ha sido satisfactorio, “considerando el contexto actual”.

Por su parte, Gabriel Castañares se ha referido al sector agrario de las Tierras de Lleida como “uno de los grandes exponentes a nivel nacional” y ha agradecido su dedicación y esfuerzo que “nos ha permitido situarnos como un país líder en términos de producción y de calidad”. El director general ha señalado, en este sentido, que “hay que tener un sector agroalimentario fuerte que garantice la producción, abastecimiento y suministro de los productos más básicos, como los alimentos. Una fortaleza y capacidad que ya ha demostrado con la pandemia y que está demostrando ahora en el contexto de diversas dificultades que vive el sector”.

Castañares ha puesto énfasis en el papel relevante del sector agrícola y alimentario en el desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los ODS, establecidos en la hoja de ruta de la Agenda 2030, “el marco de acción más ambicioso del que se ha dotado España y el conjunto de la comunidad internacional que debe conducirnos hacia un futuro basado en la protección de nuestro planeta y la garantía de una vida digna para el conjunto de las personas”. En este punto, Castañares ha destacado que “un sector agrícola y alimentario proactivo es fundamental para lograr los retos de la Agenda 2030” y ha alentado al sector a seguir trabajando en esta línea.

En el transcurso del acto, el director general de la Agenda 2030 ha querido recordar que dentro del ODS número 2 se incluyen retos como erradicar el hambre, la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y la promoción de una agricultura más sostenible y ha citado también otros retos relacionados con la agricultura como son el ODS 6 relativo al agua y su gestión, el ODS 8 relativo al crecimiento económico y el ODS 12 sobre producción y consumos responsables.

Dentro de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030, aprobada por el Consejo de Ministros el pasado año para definir el camino a seguir por España en la consecución de los retos a desarrollar, Castañares ha querido destacar el importante papel de la Ley de la Cadena Alimentaria puesto que “supone un claro impulso a la protección de los productores agrícolas”, así como la nueva Política Agraria Común (PAC) porque “contempla medidas de condicionalidad social y ambiental dirigidas a responder ante los retos de futuro del sector agrícola para garantizar una renta justa, incrementar su competitividad y trabajar preservando el medio ambiente”.

En su intervención, el secretario de Alimentación del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Carmel Mòdol, se ha congratulado de que la Feria de Sant Miquel “haya recuperado el pulso económico, combinando la feria con el Congreso BIT, lo que sitúa a nuestra locomotora en la vía que va en la dirección correcta”, y ha aseverado que el certamen es un buen instrumento para “aprovechar el conocimiento, la innovación y la capacidad de reflexión de la gente para mejorar nuestras condiciones de vida”. También ha pedido que “este conocimiento llegue, a un precio razonable, a todo el sector productivo agrario, un sector sustentado sobre pequeñas empresas familiares”.

Jaume Saltó, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Lleida, ha mostrado la confianza en superar “una de las peores campañas agrarias en los últimos años, con heladas, sequía y temperaturas extremas, gracias al hecho de tener un sector resiliente, que apuesta por las nuevas tecnologías y por explotaciones más eficientes”. También ha recalcado que la Feria de Sant Miquel ha acogido actividades paralelas de gran interés como el papel de la mujer dentro del sector agrario, el desarrollo del mundo rural o la digitalización y la agricultura 4.0.

Carles Gibert, diputado de Transformación Económica de la Diputación de Lleida, ha insistido en que eventos como la Feria de Sant Miquel y el Congreso BIT afianzan la capitalidad de Lleida en el ámbito de la bioeconomía catalana y permiten avanzar “para ir dando paso a una industria verde y altamente digitalizada”.

El acto de clausura ha acogido también la entrega de galardones a los ganadores del 25º Premio a la Innovación Tecnológica y Seguridad en el Diseño de las Máquinas Agrícolas y de los Equipos de la Industria Agroalimentaria, convocado por Fira de Lleida. Cabe recordar que una volteadora de compost, presentada por la empresa Agrícola Dei, ha ganado el primer premio, mientras que el segundo ha recaído en un dispositivo y software GPS de localización para la trazabilidad de las aplicaciones de fitosanitarios presentado por Ecostas Smart Fito, y el tercero se lo ha llevado la Plataforma Amiga, un tractor eléctrico con visión electrónica e Inteligencia Artificial destinado a facilitar labores agrícolas, presentado por Farm-Ng.

Asimismo, durante el acto se han entregado los galardones correspondientes al Premio del Libro Agrario y del Artículo Técnico Agrario. El primero recayó en Bases técnicas y ecológicas del proyecto de repoblación forestal, editado y escrito por Jesús Pemán, Rafael M. Navarro, Maria Aranzazu Prada y Rafael Serrada, pertenecientes a diferentes instituciones y centros, mientras que el segundo fue para el trabajo La necesidad de una gestión integral de los nutrientes, escrito por Xavier Flotats (UPC-Barcelona TECH). Ambos galardones están convocados por Fira de Lleida en el marco de la Feria de Sant Miquel. Los premios están dotados de 3.000 y 1.000 euros, respectivamente.

Los sectores representados en la feria han sido los de la agricultura de precisión, la maquinaria agrícola, los equipamientos y servicios para la agricultura y la ganadería, los productos y alimentos de proximidad, el embalaje, el viverismo, la defensa vegetal, la maquinaria industrial, la protección contra la piedra, los sistemas auxiliares, el riego, los drones y la automoción.