Fira de Lleida, ocho siglos de historia
La tradición ferial en la ciudad de Lleida es muy antigua y está documentada ya en la época medieval y, más concretamente, el 23 de agosto de 1232, fecha en que el rey Jaime I concedió a la ciudad el privilegio de celebrar una feria anual de 10 días de duración a partir del día de San Miguel, en el mes de septiembre. Hay que hacer notar que durante la Edad Media las ferias de Lleida tenían ya un carácter internacional, dado que reunían comerciantes y mercaderes de Toulouse, Montpellier y otras localidades del sur de Francia.
Privilegio de concesión de la Feria de San Miguel
Archivo Municipal de Lleida [AML], Fondo Municipal, pergamino 25.
In Dei nomine sit omnibus manifestum quod Nos Jacobus, Dei gratia, rex Aragonum et regni Maioricarum, comes Barchinone et Urgelli, et dominus Montispesulani. Cum hac presenti carta, per Nos et omnes successores nostros, donamus concedimus et laudamus in perpetuum vobis dilectis et fidelibus nostris Petro de Marimondo, Raimundo Clavelli, Bernardo Gasch, et Jhoanni de Çafont, consulibus, et pro vobis presentibus toti universitati Ylerdensi, presentibus et futuris, undinas sive ferias quas perpetuo annuatim habeatis et celebretis in civitate Ylerdensi, in quocumque loco intus vel extra, quo consules et probi homines magis viderint expedire. Que teneantur et celebrentur semper in festo Sancti Michaelis de septembre, et durent post illud festum continue per dicem dies. Statuentes firmiter quod quilibet hominum undecumque sit veniens ad undinas sive ferias supradictas, sive sit debitor sive sit fideiussor sive alius malefactor, excepto homicida, sit in nostra proteccione et guidatico speciali, cum omnibus rebus et mercaturis suis quas secum duxerit vel portaverit usque ad propria sit reverssus. Quicumque autem contra hoc nostrum estatutum et guidaticum aliquem venientium vel redeuntium ad ferias ante dictas ausus fuerit invadere, capere, detinere, impedire, gravare, marchare vel pignorare nisi fuerit homicida, iram et indignacionem nostram, restituto dampno prius in duplum passo, et penam mille morabetinorum se noverit absque remedio incursurum.
Datum Ylerde ·X· kalendas septembris, anno Domini millessimo ·CC· tricessimo secundo.
Signum [signe] Jacobi, Dei gratia, regis Aragonum et regni Maioricarum, comitis Barchinone et Urgelli, et domini Montispesulani.
Huius rei testes sunt: Petrus Cornelii, Valesius de Bergua, Lupus Exeminiz de Lusia, Raimundus Berengarius de Ager, Berengarius de Bellovisu, Petrus de Angularia, Berengarius de Cervaria, Bernardus de Aspes, Raimundus de Aspes, Gomballdus de Ripellis, Arnaldus de Pradel.
Sig+num Guillelmi Scribe, qui mandato domini regis, pro Guillelmo Rabatie notario suo, hanc cartam scripsit, loco die et anno prefixis.
En nombre de Dios sea por todos manifiesto que Nos, Jaime, por la gracia de Dios, rey de Aragón y del Reino de Mallorca, conde de Barcelona y Urgel, y señor de Montpellier, con la presente carta, por Nos y nuestros sucesores, os damos, concedemos y aprobamos, de manera perpetua, a vosotros, dilectos y fieles nuestros Ramón Clavel, Pedro de Marimón, Bernardo Guasch y Juan de Safont, cónsules, y a través vuestro, a toda la universidad de Lérida, tanto a los presentes como a los futuros, ferias que celebrareis anualmente en la ciudad, dentro o fuera, que los cónsules y prohombres veáis más conveniente. Dichas ferias se celebrarán siempre por la fiesta de San Miguel de septiembre, y se extenderán durante diez días continuados a partir de aquella fecha.
Establecemos, además, firmemente, que cualquier hombre, sea de donde sea, que venga a las mencionadas ferias, ya sea deudor, fiador o malhechor, a excepción de los homicidas, disfrute de nuestra protección y guiaje especial, con todos los bienes y mercancías que lleve hasta la fecha de su retorno.
Si alguien, contrariamente a este estatuto y guiaje, se atreviese a molestar, capturar, detener, impedir, gravar y empeñar a alguien que viniese o permaneciese a las citadas ferias, sin ser un homicida, que sepa entonces que caerá sobre él nuestra ira e indignación, además de restituir los daños en más del doble y satisfacer una multa de mil maravedís.
Lo que ha sido realizado en Lérida, a diez de las calendas de septiembre del año del Señor de 1232.
Señal de Jaime, per la gracia de Dios, rey de Aragón y de Mallorca, y señor de Montpellier.
Fueron testigos: Pedro Cornell, Valesio de Berga, Lobo Eiximén de Llupiá, Ramón Berenguer de Áger, Berengario de Cervera, Bernardo de Aspes, Ramón de Aspes, Gombaldo de Ribelles, Arnaldo de Pradell.
Señal de Guillermo Escribá, que por orden del señor rey mediante Guillermo Rabasa, su notario, esta carta escribió en el lugar, el día y el año mencionados.
Esta actividad ferial se mantuvo a lo largo de los tiempos, con algunas interrupciones, hasta llegar al siglo XX, en el que como consecuencia del espíritu de progreso de la sociedad leridana surgen diversas iniciativas para promocionar la economía agrícola de la zona como es el Concurso de Tractores y Exposición de Maquinaria Agrícola de 1921, promovido por la Mancomunidad de Cataluña, la Exposición de Frutas y Flores organizada por el Ateneo Leridano en 1929, o una nueva Exposición Agrícola celebrada el año siguiente.
1946 marca el inicio de la actividad moderna de Fira de Lleida, con la organización de una exitosa Exposición Agrícola Ganadera e Industrial, la primera de la posguerra y embrión de la actual Feria Agraria de Sant Miquel. En 1955, el Ayuntamiento de Lleida anuncia la intención de celebrar una feria de periodicidad anual, y desde 1956 se organiza una Feria de Muestras bajo la advocación de San Miguel y que da especial protagonismo a la maquinaria agrícola, la fruta y la ganadería. En 1960, coincidiendo con la consolidación del sector frutícola en la economía leridana, se celebra un congreso internacional de la fruta; la iniciativa constituyó la semilla de la celebración del salón Eurofruit y potenció la proyección internacional de la Institución ferial.
La trayectoria iniciada en 1946 se consolida la década de los 60 con la creación de la Institución ferial leridana, que se adhiere a la Asociación de Ferias Españolas (AFE). Las principales funciones de la entidad son la organización de ferias y congresos (de ámbito local, nacional e internacional), la gestión del recinto ferial –ubicado en la orilla izquierda del río Segre, en el corazón de la ciudad de Lleida– y la colaboración con otras actividades de carácter económico.
La década de los 80 es clave en el crecimiento de la entidad, con un notable aumento del número de salones organizados por Fira de Lleida, la inversión en instalaciones (construcción del Pabellón 3 y creación de los salones de congresos) y la profesionalización de la gestión ferial. Un hito importante fue la creación, en 1981, de Municipalia (Salón Internacional de Equipamientos Municipales), certamen pionero en España que se ha consolidado como una muestra de referencia internacional en el ámbito de los equipamientos y los servicios municipales.
Durante los años 90 se mantiene la tónica de crecimiento. Los años 1995-96 Fira de Lleida participa activamente en la fundación de la Federación de Ferias de Cataluña (FEFIC).
El inicio del siglo XXI –año 2000– coincide con la transformación de la Fira de Lleida en una Fundación que permite optimizar la gestión operativa y económica de la entidad. En el transcurso de la primera década del nuevo milenio la Institución ferial da un fuerte impulso a la actividad ferial en la ciudad de Lleida. Cabe destacar también que en 2003 tiene lugar la inauguración del Pabellón 4, lo que proporciona a la Fira de Lleida un total de 12.750 m2 de superficie cubierta.
Actualmente, Fira de Lleida dispone de una superficie total de exposición de 70.000 m2, 5 salones y salas con capacidad para 700 congresistas, amplios aparcamientos y conexiones directas con el centro de la ciudad y con La Llotja–Palacio de Congresos de Lleida. Además, el recinto está perfectamente comunicado con la estación del AVE y con las vías rápidas que unen Lleida con Barcelona y Francia, por un lado, y con Zaragoza, Madrid y el resto de España, del otro.